CÓMO MANIPULAR DE MANERA HIGIÉNICA LOS ALIMENTOS

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Muchos episodios de intoxicación alimenticia brotan de un pequeño incidente: un manipulador de comestibles se olvida de lavarse las manos, no se devuelve el alimento a la nevera después de la preparación o se usa un paño sucio para adecentar el borde de un plato. A veces son las cosas simples las que debemos tener más en cuenta cuando preparamos el alimento. Uno de los principales requisitos para una cocina profesional es cerciorarse de que todos los manipuladores de alimentos hayan recibido suficiente formación a fin de que entiendan los principios del control del tiempo y la temperatura, la higiene personal y los peligros que supone la preparación de los productos alimentarios.

Limpiar significa librarse de la suciedad que podemos ver. Esto puede englobar grasa, restos de comida, polvo o algo que se haya derramado. No obstante, posiblemente todavía haya gérmenes en la superficie, por lo que posiblemente deba dar otro paso, llamado desinfección. Al desinficionar se reduce el número de gérmenes que no se pueden ver. Esto es fundamental certificacion manipulacion de alimentos para las áreas de preparación de comestibles y los equipo usados.

Aclarar los trapos para la cocina bajo el grifo no significa que se hayan eliminado sus gérmenes. Solo por el hecho de que parezca limpio no significa que lo esté. Los paños de cocina que se emplean por más de dos días tienden a tener altos niveles de bacterias. Las bacterias de la intoxicación alimenticia pueden subsistir y medrar en los trapos, especialmente si quedan restos de productos alimentarios y cuando el paño está húmedo. Los paños de cocina normalmente se almacenan arrugados, por lo que continúan húmedos y con frecuencia contienen un mayor número de bacterias.

Separe la carne, las aves, los mariscos y los huevos crudos de otros alimentos en el carrito de la compra, las bolsas de la compra y la nevera. Use una tabla para recortar productos frescos y otra separada para carnes, aves y mariscos crudos.

Recuerde no poner productos alimenticios en la nevera cuando aún está caliente, porque podría elevar la temperatura de la nevera y hacer que otros alimentos se calienten demasiado.

Revise en todos los casos el etiquetado de las latas o frascos para determinar de qué forma se debe guardar el contenido después de abrirlos. Muchos artículos aparte de carnes frescas, vegetales y productos lácteos necesitan sostenerse fríos. Por ejemplo, la mahonesa y el kétchup deben ir en la nevera tras abrirse. Si ha descuidado refrigerar los artículos, en general es mejor deshacerse de ellos.

Aquellos que se encuentren de viaje asimismo pueden tomar ciertas sugerencias relacionadas con la higiene alimenticia para eludir posibles intoxicaciones. Entre los consejos más frecuentes de seguridad alimenticia para viajeros están los que se mientan ahora.

Es fundamental beber agua embotellada para eludir inconvenientes estomacales que pueden ser severos.

De forma especial en destinos exóticos, no deben tomarse bebidas que lleven hielo ni comer ensaladas ni verduras crudas.

Comer productos alimentarios cocinados, asegurándose de que estén bien cocidos y que no se hayan mantenido a temperatura entorno a lo largo de múltiples horas.

Eludir las ensaladas que hayan sido lavadas con agua contaminada.

Evitar los mariscos crudos y los platos que contengan huevos, aves o carne crudos o poco cocinados.

El consumo de bacterias peligrosas transmitidas por los alimentos generalmente causa enfermedad de uno a 3 días después de haber ingerido el alimento polucionado. No obstante, la enfermedad también puede acontecer dentro de los veinte minutos o hasta 6 semanas después. Si bien la mayor parte de las personas se recuperarán de una enfermedad trasmitida por los alimentos en un corto período temporal, ciertas personas pueden desarrollar problemas de salud crónicos, graves o incluso potencialmente mortales. Las enfermedades trasmitidas por los alimentos a veces se pueden confundir con otras enfermedades que tienen síntomas similares. Los síntomas de las enfermedades transmitidas por los alimentos pueden incluir: vómitos, diarrea y dolor abdominal; síntomas afines a los de la gripe, como fiebre, cefalea y dolor corporal. Si piensas que tú o un miembro de tu familia tiene una enfermedad transmitida por productos alimentarios, dirígete a tu centro de atención médica de manera inmediata.

Para reducir el peligro de plagas y animales, se debe garantizar un almacenaje seguro de los alimentos, impidiendo la entrada de plagas en el área donde se guardan los comestibles. No se deben dejar platos sucios o restos de comida en las superficies de trabajo. Es fundamental sostener la cocina limpia y no permitir la entrada de animales.